MINNEAPOLIS, MN.-
La casa donde el pasó sus primeros años, hasta entrar en el seminario con solo catorce, se ha convertido en solo dos días en un peregrinaje: católicos que vienen a rezar, periodistas del mundo entero y curiosos de toda índole desfilan por el 212 de la calle 141 de Dolton para hacerse selfis o grabar vídeos para sus redes sociales.
La casa lleva vacía al menos dos años, y de hecho estuvo en el mercado hasta la pasada semana, cuando una inmobiliaria la llegó a tasar en 199.000 dólares, pero al llegar las noticias de que allí residió un ilustre ocupante, despareció de la oferta. Nadie sabe qué planean hacer con ella.
Resulta llamativo que una casa de aspecto tan humilde pudiera alcanzar ese precio, y más en un vecindario tan degradado como el de Dolton, azotado por el des