NUEVA YORK – Cuando un buque escuela de la marina mexicana chocó contra el Puente de Brooklyn, estaba maniobrando en aguas turbulentas. La marea acababa de cambiar, y una fuerte corriente se dirigía hacia el río East en medio de fuertes vientos.

Aunque un capitán experimentado puede lidiar fácilmente con este tipo de condiciones, los errores pueden salir costosos en el puerto de Nueva York, donde los canales estrechos y curvos, los vientos que soplan desde Manhattan y los remolinos pueden combinarse para dificultar el paso.

En el caso del Cuauhtémoc, 90 metros (de 300 pies) de eslora, dos marineros murieron y 19 resultaron heridos el sábado cuando el barco chocó contra el icónico puente, derribando los tres mástiles del buque como fichas de dominó mientras se dirigía hacia un muelle. Se

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