Mientras todos mirábamos hacia otro lado, China ha estado haciendo lo que mejor se le da: trabajar sin hacer ruido… pero a lo grande. Desde hace dos años, en medio del más absoluto silencio (al menos de puertas para afuera), tiene en marcha una megaobra que puede cambiarlo todo. Se llama Canal Pinglu , y es mucho más que una infraestructura. Es una jugada estratégica.

Hace solo unas semanas, Xi Jinping daba algunas pistas: se dejaba ver junto a los países del sudeste asiático, como Tailandia, Malasia o Indonesia, en un gesto de acercamiento a la ASEAN (la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático). Lo decía claro, aunque a su manera: "China está dispuesta a trabajar con la ASEAN para eliminar las interferencias" .

El canal más grande del país

Mientras Xi hablaba de buenas intencio

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