Mohamed Sabry Soliman, acusado de atacar con cócteles molotov a un grupo de manifestantes en Boulder, Colorado, podría ser condenado a cadena perpetua por crimen de odio con intento de asesinato, informó el fiscal federal J. Bishop Grewell.

“El acusado planificó este ataque durante un año y lo hizo porque odiaba lo que llamaba ‘el grupo sionista’”, declaró Grewell este lunes en una rueda de prensa.

Añadió que Soliman, de 45 años, “dijo que quería que todos murieran” y que al ser interrogado confesó que lo volvería a hacer. “Cuando ese delito incluye intento de asesinato, la pena federal máxima legal es cadena perpetua”, puntualizó.

El número de víctimas aumentó este lunes a 12 personas, dos de las cuales permanecen hospitalizadas.

El fiscal del distrito en Boulder, Michael Doughert

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