Caricatura de Cicerón denunciando a Catilina Fuente: Wikimedia Commons/John Leech/dominio público
En retórica, un ad hominem (“al hombre”) es un ataque, no al argumento en sí, sino a quien lo formula. Es, en pocas palabras, un intento de matar al mensajero.
Cuando Winston Churchill llamó a Mahatma Gandhi “un abogado sedicioso del Middle Temple que ahora se hace pasar por faquir”, intentaba socavar la reputación de Gandhi, o su ethos.
El ad hominem, que es esencialmente un ataque al ethos del orador, es más antiguo que los libros. No era indigno de Churchill, ni siquiera del orador romano Cicerón, quien lo usaba con frecuencia y llegó incluso a llamar a Pisón, suegro de Julio César, un “monstruo repugnante e inhumano” (inhumanissimum ac foedissimum monstrum).
La primera y más famosa l