Durante varios años, la startup Builder.ai se posicionó como una empresa emergente con alto potencial.
Fundada en Londres en 2016 por Sachin Dev Duggal , la compañía prometía una solución automatizada para el desarrollo de software, a través de un asistente de inteligencia artificial llamado Natasha .
De acuerdo con Business Today , su propuesta atrajo el interés de inversionistas globales, incluyendo a Microsoft y al fondo soberano de inversión de Qatar.
Sin embargo, investigaciones revelaron que el funcionamiento real de la plataforma distaba de su discurso público. Lejos de operar mediante algoritmos avanzados, los productos eran desarrollados por un equipo de más de 700 ingenieros, con sede en India, quienes ejecutaban manualmente las tareas que supuestamente realizaba el