La misión de funcionarios argentinos que estos días busca cerrar en Washington un acuerdo para la reducción de aranceles recíprocos con Estados Unidos sumó ahora el desafío de llegar a un arreglo para bajar también el impacto de la suba de gravámenes del acero y aluminio que Donald Trump duplicó este miércoles y los llevó a un 50%.
Preocupadas, las empresas argentinas del sector apuestan que las negociaciones en la capital estadounidense ayuden a amortiguar el golpe.
La delegación está integrada por el embajador Luis María Kreckler, encargado en Cancillería de los temas comerciales; Pablo Lavigne, secretario de Industria y Comercio, y Carolina Cuenca, subsecretaria de Comercio Exterior.
Desde el lunes mantuvieron reuniones en la Oficina del United States Trade Representative, que se