Las recientes redadas migratorias en obras de edificaciones en regiones como Florida, Luisiana y Nueva york amenazan la industria constructora de Estados Unidos, en la que uno de cada cuatro trabajadores a nivel nacional es inmigrante, una proporción que sube hasta al 75 % en las grandes ciudades.

La alarma crece tras la detención de más de 100 migrantes de México, Colombia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras en un sitio de construcción la semana pasada en Tallahassee, la capital de Florida, dos semanas después de una redada similar en The Villages, del mismo estado, con más de dos docenas de arrestos.

Estos operativos, replicados en estados como Nueva York y Luisiana, atemorizan a migrantes albañiles, quienes prefieren ausentarse a arriesgarse a la deportación, contó a EFE el

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