Carolina Toro vivía el dolor más grande para una madre, no podía abrazar a su hijo. La colombiana de 44 años, madre soltera, no estaba lejos de su hijo de cinco años como tantas inmigrantes. Lo tenía con ella en sus batallas diarias en Estados Unidos, pero los implantes de seno que se puso hace 18 años no la dejaban abrazarlo.

“El me roza y siento que se me va la vida”, contó Toro, que llevaba décadas con las consecuencias del síndrome de implantes mamarios o ASIA , que se manifiesta con múltiples padecimientos en las mujeres que se ponen prótesis mamarias, como dolores en las articulaciones, debilidad muscular, fatiga, pérdida de memoria, dificultad para concentrarse, pérdida del cabello, escozor en la piel, ojos secos y debilidad en la visión.

Cuando Toro descubrió la cuenta de Insta

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