En los últimos meses, un importante país ha comenzado a atravesar una crisis interna silenciosa, pero con consecuencias visibles en su economía , política y estilo de vida.
El problema afecta a millones de ciudadanos, genera tensiones crecientes y ya ha provocado la renuncia de una figura clave del gobierno : se trata de un recurso central para la identidad nacional, tanto cultural como históricamente.
Mientras los precios se disparan y las góndolas se vacían, el interrogante es cada vez más inquietante: ¿cómo llegó esta potencia a perder el control sobre uno de sus bienes más preciados?
¿Cuál es la potencia que está perdiendo su recurso más valioso?
El país en cuestión es Japón , una de las economías más poderosas del mundo, que enfrenta una crisis sin precedentes