La semana pasada, dos barcos en Fort Lauderdale se incendiaron.

El viernes, seis embarcaciones quedaron carbonizadas en un muelle de Sunny Isles Beach .

Entonces, uno se pregunta: ¿Acaso los navegantes de Florida no tienen ni idea de cómo operar una embarcación, o es solo un capricho del destino?

Resulta que los barcos incendiados no son raros en un estado saturado de embarcaciones, según las estadísticas. Aunque el número de incendios de barcos tiende a aumentar en Fort Lauderdale —donde ocurrió otra explosión en diciembre que mató a un navegante que estaba repostando en Lauderdale Marina—, a nivel estatal, en realidad han disminuido en los últimos cinco años, según datos de accidentes náuticos recopilados por la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC).

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