
BOGOTÁ (AP) — El senador colombiano y precandidato presidencial del partido de derecha Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, fue herido de bala durante un acto proselitista en Bogotá el sábado, en un ataque que recibió el repudio inmediato en el país andino y a nivel internacional.
Centro Democrático —el partido del expresidente Álvaro Uribe— dijo en un comunicado que sujetos armados dispararon por la espalda al político de 39 años cuando participaba de un mitin en el barrio de Fontibon, al oeste de la capital.
El ataque “no solo pone en peligro la vida de un líder político, sino que también atenta contra la democracia y la libertad en Colombia”, indicó el partido político.
Uribe Turbay “ingresó en estado crítico y está siendo atendido de manera prioritaria” por un equipo de especialistas, señaló el primer reporte médico de la clínica Fundación Santa Fe de Bogotá. Al momento, el senador es sometido a un “procedimiento neuroquirúrgico y vascular periférico”, añadió.
“Miguel está luchando en estos momentos por su vida”, escribió su esposa, María Claudia Tarazona, en la cuenta del senador en X, y pidió a los colombianos unirse en oración.
Uribe Turbay es hijo de una periodista secuestrada y fallecida en 1991 (Diana Turbay), durante una de las épocas más violentas del país sudamericano azotado entonces por la violencia desatada por los cárteles de la droga, y nieto del expresidente Julio César Turbay (1978-1982). El senador había anunciado en marzo su aspiración de terciar en las elecciones presidenciales del 31 de mayo de 2026, cuando concluye el mandato del presidente Gustavo Petro.
“Este es un día de dolor”, afirmó el presidente Petro en un pronunciamiento público al borde de la medianoche, tras encabezar un Consejo de Seguridad extraordinario. Recalcó que la prioridad al momento es que el senador Uribe se mantenga con vida y garantizó “absoluta transparencia del Estado, en su competencia, para investigar y lograr llegar a los autores intelectuales del intento de homicidio”.
"Espero que Uribe Turbay sobreviva, eso es lo que deseo más que nada", aseveró Petro, tras reconocer la distancia política que separa al senador de oposición y su gobierno -el primero de izquierda en llegar al poder en el país andino-. Afirmó que defiende una política “libre de violencia”.
El mandatario agregó que se activaron los protocolos de investigación al máximo nivel, sin escatimar recursos ni energías. También dispuso investigar las fallas que pudo haber cometido la escolta del senador en sus protocolos de seguridad.
Sobre el presunto asesino, el gobernante lamentó que se trate de un menor de edad y señaló que es obligación del Estado garantizar su seguridad.
El jefe de Estado canceló su viaje a Francia previsto para la noche del sábado junto a varios ministros, “debido a la gravedad de los hechos”, según un comunicado de la presidencia emitido unas horas después del atentando.
Imágenes difundidas en redes sociales y reproducidas por medios colombianos dejaron ver el momento en que Uribe Turbay recibe los disparos a sus espaldas mientras se dirigía al público en una zona abierta, luego se lo observa ensangrentado y sostenido por varias personas.
La Fiscalía de la Nación informó que adelanta las investigaciones por el ataque al precandidato, “que recibió dos impactos de bala en su cuerpo” y que dejó otras dos personas heridas. Además, reportó que un menor de 15 años fue aprehendido en el lugar con un arma de fuego.
El gobierno rechazó “de manera categórica y contundente” el atentado que aseguró es un acto de violencia no solo contra "la integridad personal del senador, sino también contra la democracia, la libertad de pensamiento y el ejercicio legítimo de la política en Colombia", sostuvo un comunicado oficial.
El director de la policía colombiana, general Carlos Triana, informó que el menor de edad que presuntamente participó en el hecho fue atendido por una lesión en la pierna, mientras el arma de fuego incautada fue puesta en cadena de custodia. Las diligencias y toma de testimonios continúan, agregó.
El gobierno ofreció una recompensa de más de 700.000 dólares (3.000 millones de pesos colombianos) a quien entregue información que permita identificar y capturar los responsables. “He ordenado a las fuerzas militares y policía de Colombia y a los organismos de inteligencia desplegar todas sus capacidades para esclarecer con urgencia los hechos”, dijo el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, también en X.
“Atentaron contra una esperanza de la Patria, contra un gran esposo, padre, hijo, hermano, contra un gran compañero de trabajo”, aseveró en sus redes el fundador del partido Centro Democrático, el expresidente Uribe Vélez.
La estatal Defensoría del Pueblo también condenó el atentado, calificándolo como “una grave amenaza a los derechos políticos, a la libertad de expresión y a la vida misma, pilares esenciales de toda sociedad democrática” y añadió que no se puede permitir que "resurjan épocas oscuras en las que la violencia pretendía silenciar ideas, candidaturas o liderazgos políticos”.
Las expresiones de condena al hecho llegaron desde varios países.
“Estados Unidos condena con la mayor firmeza el intento de asesinato del senador Miguel Uribe", escribió el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, en X.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, señaló que “en Democracia la violencia no tiene cabida ni justificación”, mientras el mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, dijo: “condenamos toda forma de violencia e intolerancia”. Ambos se solidarizaron con la familia del senador.