Mientras la Universidad de Harvard, firmas de abogados de élite y supuestos enemigos políticos del presidente Donald Trump luchan contra sus intentos de usar el poder del Gobierno para castigarlos, están ganando gracias, en parte, a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).

En mayo del año pasado, la Corte Suprema falló por unanimidad a favor del grupo defensor de las armas en un caso de la Primera Enmienda relacionado con supuestos esfuerzos de una funcionaria de Nueva York para presionar a compañías de seguros del estado a cortar lazos con la organización tras el mortal tiroteo escolar de Parkland, Florida, en 2018.

Un funcionario del Gobierno “no puede (…) usar el poder del Estado para castigar o reprimir expresiones desfavorecidas”, escribió la jueza liberal S

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