El aniversario de Caracas no es solo una fecha histórica, sino una emoción compartida. Para muchos caraqueños, el 25 de julio se siente como un latido profundo de identidad, memoria y amor por su ciudad.
Aunque Caracas ha vivido contrastes la belleza de sus montañas contra las cicatrices de sus luchas el espíritu caraqueño sigue siendo resiliente, apasionado, y lleno de fe.
Los caraqueños sentimos orgullo por su historia, desde los indígenas que habitaron el valle hasta los movimientos sociales que la han transformado.
Sentimos nostalgia al recordar una ciudad de antaño: las aceras llenas de vida, los tranvías, los helados en Sabana Grande, las tardes en El Ávila, mi bella parroquia La Pastora donde nací.
Sentimos esperanza, porque cada aniversario es también una promesa de renovación,