El mezcal de Morelos es hoy símbolo de identidad, pero también de resistencia. Una historia de 25 años escrita con paciencia, y agave

La historia del mezcal de Morelos no solo se cuenta en copas ni en ferias de pueblo. También se escribe en juicios, resistencia y mucha organización comunitaria. Fueron 25 años de lucha constante para lograr el reconocimiento que hoy protege su identidad: la denominación de origen.

Corría la década de los 90 cuando Víctor Sánchez Trujillo, entonces secretario de Desarrollo Agropecuario, comenzó a reunir a productores de agave que, aunque sabían destilar, no estaban acostumbrados a trabajar en equipo. La idea era dar valor al mezcal morelense que por siglos se ha producido en regiones como Miacatlán, pero que no podía llevar legalmente ese nombre.

En ese m

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