Aunque el déficit comercial suele considerarse un signo de alerta para la economía, en el caso colombiano se ha convertido en un motor inesperado del crecimiento económico. Así lo explicó Henry Amorocho, profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Universidad del Rosario, al señalar que este fenómeno, lejos de ser una señal negativa, está íntimamente ligado al crecimiento del 2,7 % del PIB durante el primer semestre del año 2025.
Según Amorocho, el aumento de las importaciones —que alcanzaron un 82,2 % en mayo— responde a la necesidad de insumos esenciales para la producción en sectores como el agropecuario, la industria manufacturera y el petróleo. “En un país que depende de insumos importados para producir internamente, el aumento de las compras externas refleja dinamismo productiv