El hambre se ha incrementado durante los últimos 22 meses de guerra debido a las restricciones a la entrada de ayuda, según los trabajadores humanitarios.
DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza — Cada mañana, Abeer y Fadi Sobh se despiertan en su tienda de campaña en la Franja de Gaza con la misma pregunta: ¿cómo van a conseguir comida para ellos y sus seis hijos pequeños?
La pareja tiene tres opciones: quizás abra algún comedor social y puedan conseguir lentejas aguadas. O pueden intentar abrirse paso entre la multitud para obtener algo de harina de un camión de ayuda que pasa. El último recurso es mendigar.
Si todo eso falla, simplemente no comen. Y eso sucede cada vez más últimamente, mientras el hambre les quita la energía, la fuerza y la esperanza.
La precaria situación de los Sobh, que