Las compras online ofrecen comodidad pero también tienen riesgos asociados como las compras impulsivas, especialmente las que se hacen de noche.
Y hay tres factores que influyen directamente: el aburrimiento, el insomnio o el alivio emocional.
El cansancio y la somnolencia pueden llevar a compras impulsivas, echamos al carrito productos que realmente no necesitamos y al día siguiente nos arrepentimos.
Además los comercios aprovechan esas horas para lanzar ofertas muy atractivas para el consumidor.
Los expertos advierten que la compra online nocturna se puede convertir en una adicción, por eso es importante aparcar el móvil para evitar tentaciones.
Si hace 20 años todos los casos correspondían a compras presenciales realizadas en tiendas físicas, desde la pandemia han aumentado lo