Tras seis décadas, la planta de la armadora japonesa en Morelos cerrará sus puertas y deja preocupación entre sus trabajadores

CUERNAVACA. Durante casi seis décadas, la planta de Nissan, ubicada en CIVAC, Jiutepec, Morelos, ha sido uno de los motores más importantes de la economía del estado. Su llegada a la entidad, en 1966, generó un importante crecimiento social y económico en Morelos. Hoy su historia está por concluir. 

Fue la primera que la armadora nipona construyó fuera de Japón y la responsable de producir el primer automóvil mexicano de la marca: el Datsun Sedán Bluebird. 

Aunque Nissan llegó a una zona industrial que ya estaba establecida en el estado, el crecimiento que se generó tras su aparición fue muy importante para la región, pues muchos de los trabajadores que vivían e

See Full Page