Darío se convirtió en uno de los reporteros más sólidos de la fuente policiaca

A los 13 años, Darío Amaro Gálvez ya tenía claro su destino: seguir los pasos de su padre en el periodismo. Con 45 años de trayectoria en El Sol de Tlaxcala, su voz se suma a la serie de testimonios que rinden homenaje al legado humano que ha construido este Diario a lo largo de siete décadas.

“Volver a pisar estas instalaciones es como volver a vivir”, comparte en entrevista con una mirada llena de memorias. Ingresó al periódico siendo apenas un adolescente, aprendiendo fotografía y redacción de la mano de su padre, Nelson Amaro Romero, uno de los pioneros del periódico. “Mi papá me enseñó todo. Yo no estudié comunicación, mi escuela fueron las calles”, dice con orgullo.

Darío recuerda los inicios en la foto

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