A nadie le sorprendió. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quedó ya habilitado para reelegirse indefinidamente. El Congreso, bajo su control, le allanó el camino con una reforma constitucional que consolida su poder total.

Sus críticos lo ven como un golpe mortal a la democracia; sus seguidores, necesario para no volver al terror de las pandillas.

Cinco claves para entender cómo el autoproclamado «dictador cool» llegó hasta aquí:

1. Hartazgo

Bukele es expresión del rechazo al bipartidismo de derecha e izquierda que no resolvieron los graves problemas del país: la pobreza y las pandillas, dijo a la AFP el analista político Ricardo Navarro.

«Las maras extorsionaban a todos. La gente estaba cansada, decepcionada de los gobiernos anteriores. Eran los mismos de siempre, eso le perm

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