Antes de construirse, el WindRunner ya se considera la aeronave más grande del mundo. Pero este leviatán no está siendo fabricado por Airbus, Boeing o Lockheed. Está siendo construido por una compañía que nunca antes ha hecho un avión.
El emprendedor en serie e ingeniero aeroespacial Mark Lundstrom fundó Radia en 2016 para expandir de forma masiva el tamaño de la industria de la energía eólica en tierra.
Las aspas o palas de las turbinas instaladas en el mar pueden alcanzar 100 metros de longitud o más, mucho mayores que aquellas en tierra que tienden a medir sólo unos 70 metros. Eso se debe a la dificultad de transportar algo tan grande desde la fábrica hasta un sitio remoto en un llano o un altiplano. Eso, a su vez, limita la viabilidad económica de la energía eólica producida en tierr