La Madre de Plaza de Mayo cuyo testimonio a la televisión holandesa durante el Mundial de Fútbol en 1978 dio a conocer internacionalmente los crímenes de la dictadura argentina, murió este martes a los 98 años, según la organización humanitaria.

Enriqueta Rodríguez de Maroni, con su pañuelo blanco, símbolo de las madres, habló de la desaparición de sus hijos con la prensa extranjera eludiendo la censura del gobierno de facto (1976-1983), en un testimonio que dio la vuelta al mundo.

“Recuerdo ese momento. Nunca olvido los ojos de tristeza de esas mujeres”, dijo este martes a la AFP el periodista neerlandés Frits Jelle Barend, uno de los reporteros que la entrevistó entonces en la Plaza de Mayo junto a otras madres.

Dos hijos de Maroni, María y Juan, fueron secuestrados por el Ejér

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