Cuando el bosque está blanco y el aire cruje de frío, hay un lugar en Bariloche que se vuelve aún más mágico. No tiene telesillas ni pistas de esquí, pero sí criaturas colosales escondidas entre los árboles, pisadas de millones de años y un monstruo legendario esperando a ser descubierto. Se trata del Parque Nahuelito, una de las experiencias más elegidas por quienes visitan la ciudad con niños, y también por los adultos que alguna vez soñaron con ver un dinosaurio de cerca.
Ubicado sobre el Circuito Chico, en el kilómetro 24,5 de la Ruta 77, el Parque Nahuelito propone una caminata guiada de 400 metros por el bosque patagónico, donde más de 30 dinosaurios de tamaño real parecen haber vuelto a la vida. En invierno, con la escarcha en las hojas y el aliento que se dibuja en el aire,