La tarde de este martes, el penal de San Miguel volvió a colocarse en el centro de la polémica, luego de que un grupo de familiares de Personas Privadas de la Libertad (PPL) se manifestara en los accesos del centro penitenciario. ¿La exigencia? Que el interno Ernesto Orea, señalado como el cabecilla del autogobierno, sea trasladado a otro penal por supuestas extorsiones y abusos cometidos al interior del reclusorio.

Con lonas, cartulinas y gritos, bloquearon el Camino al Batán en ambos sentidos. Los inconformes acusaron que Orea, presuntamente, opera con el respaldo de autoridades penitenciarias y que controla zonas estratégicas como Visita Íntima, Celdas de Observación y Clasificación, así como el área de Carpintería. Todo, dicen, como parte de una red de cobros y control absoluto.

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