Volvieron a encajar las piezas del puzzle: una masa de aire cálido y seco proveniente de África, la alta radiación solar de estas alturas del año que calienta la superficie y un potente anticiclón que favorece el estancamiento de este aire recalentado. Y el resultado es una nueva ola de calor en la península Ibérica .
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) define la ola de calor como un episodio de al menos tres días consecutivos , en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias entre los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.
No es tan extraño que estas piezas encajen. Desde 1975 se han registrado 76 olas de calor en la Península y Baleares , es intrínseco del c