Un refugio con dos antiguos vagones de mercancías de los años 60 y un apeadero que emula fielmente una pequeña estación ferroviaria
El pueblo más curioso de España: no vive nadie y fue creado por una sola persona
Hoy en día el turismo parece condenado al disfrute de alojamientos clónicos e instagrameables. Sin embargo, existen alternativas que se alejan de esta tendencia, y el mejor ejemplo lo vemos con El Vagón de Baides, una ruptura total con la lógica del hotel convencional . Lo que aquí se ofrece no es una cama en un lugar diferente. Es una experiencia inmersiva en la arqueología sentimental del ferrocarril , un artefacto del pasado convertido en refugio contemporáneo, en el que el silencio de las vías en desuso convive con la promesa intacta de un viaje que nunca empieza… pero