Con la llegada del calor, las intoxicaciones alimentarias se convierten en uno de los problemas de salud más frecuentes del verano. Comidas en la playa, pícnics, productos mal conservados o cocinados sin la higiene adecuada pueden desencadenar molestias que van desde náuseas leves hasta cuadros más graves que requieren atención médica urgente.

Náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y dolor abdominal son los síntomas más habituales que deben ponernos en alerta tras consumir algún alimento. Si aparecen de forma repentina y se acompañan de signos como deshidratación, fiebre alta, sangre en las heces o confusión, es fundamental acudir al servicio de Urgencias.

Aunque la mayoría de estos episodios se resuelven en unos días, algunos pueden ser causados por bacterias como Salmonella , E. coli

See Full Page