La jornada del 8 de agosto de 2024, quedará marcada en el diario de sesiones del pleno del Parlament como el día en el que el hemiciclo dio su apoyo a Salvador Illa para ser presidente de la Generalitat. Sin embargo, para el imaginario colectivo quedará en la memoria de todos como el día de la fugaz aparición de Carles Puigdemont. Se dejó ver a pocos metros de la Cámara Catalana bajo el Arco del Triunfo, sorteó un fuerte dispositivo de los Mossos d’Esquadra y desapareció para volver a cruzar la frontera huyendo de la orden de detención que pesaba sobre él. Un episodio al que, desde las filas de Junts, se le dio un especial valor simbólico, pero que no obró trascendencia política alguna y sí dejó en entredicho la capacidad la policía catalana para detener a un individuo, reconocible por tod
La huida de Puigdemont que dejó en entredicho a los Mossos cumple un año con un Junts determinante en España pero a la baja en Catalunya

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