Las dos grandes festividades de la comunidad musulmana del municipio murciano son expulsadas de los recintos municipales

A un lado de un césped cuidadosamente cortado y vacío, caminan con prisa unos niños con chanclas. Otro grupo manda pelotas de tenis fuera de la pista, un conserje rescata a un gato esquelético y una concejala se da un baño en la piscina minutos antes de que comience un curso de natación. Hay un circo pegado al recinto. Y la noche de este jueves, está previsto un evento para la “exaltación del vino” de Jumilla. En este macroespacio público de la localidad vinícola por excelencia de Murcia se pueden hacer muchas cosas al mismo tiempo. Pero ya no se puede rezar.

Coincide que, en el campo de fútbol que hay más alejado de la entrada, que apenas se observa cuando uno baja l

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