Rubén Cortés

Andrés Manuel López Beltrán, ya en 2009, usaba tenis Louis Vuitton; y en 2025 compra Prada en Tokio. El presidente de la Cámara de Diputados usa zapatos Magnani; y su esposa diputada, lentes Gucci Cat Eye y bolsa Hester Van Eeghen… sólo para un día de playa.

Más que por el mandato de López Obrador de “vivir con un solo par de zapatos”; en la 4T parecen estar infundidos por un trap de Bad Bunny: “Y siempre mucho Gucci, mucho Ferra, Louis Vuitton/ Nada raro que el dinero no pueda comprar”.

El grupo político en el poder tiene preferencias estéticas típicas en personas que adquieren dinero de manera súbita, y buscan desesperadamente adoptar los comportamientos asociados con las clases altas, a las que quieren imitar, con ostentación compulsiva.

Por ejemplo, Alex Tonatiuh Márqu

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