Hace once años, el 6 de agosto de 2014, un derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado, proveniente de la mina Buenavista del Cobre, contaminó la cuenca del río Sonora. Aquel evento, reconocido como el peor desastre ambiental de la historia minera del país, arrastró consigo no solo metales pesados, sino también una profunda desconfianza social hacia las instituciones encargadas de proteger el ambiente y la salud pública. Aquí le presento un resumen de la información y análisis publicados por investigadores del CIAD y del Colegió de Sonora.

Una tragedia que desbordó más que al río

El derrame comenzó en Cananea y recorrió más de 250 kilómetros, afectando a ocho municipios y a miles de personas. El agua, vital para el consumo humano, la agricultura y la ganadería, quedó c

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