Cuatro personas fueron detenidas por su presunta participación en un ataque el 10 de mayo a las instalaciones de entrenamiento del Sevilla tras una derrota del club ante el Celta de Vigo en La Liga española.

Los jugadores se quedaron a pasar la noche en el complejo debido al temor por su seguridad, provocado por un gran grupo de aficionados que se abrió paso a la fuerza en el predio de entrenamiento José Ramón Cisneros Palacios.

Los seguidores, muchos de los cuales ocultaron sus rostros, derribaron una puerta metálica en una entrada para autos al campo de entrenamiento y causaron daños dentro de la propiedad. El club condenó lo que llamó “vandalismo organizado”.

Sevilla, que se salvó con lo justo del descenso la temporada pasada, perdió 3-2 en Vigo y la violencia estalló después de que

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