Eddie Palmieri, músico que alentó algunos de los saltos evolutivos más importantes de géneros como la salsa y el latin jazz, marcó tras su muerte, ocurrida el miércoles pasado en su casa de Nueva Jersey tras una larga enfermedad que le obligó a cancelar sus presentaciones, el fin de una época dorada de la música del Caribe.
Cercano e incondicional con Venezuela, el pianista, compositor y arreglista de 88 años de edad se presentó en infinidad de ocasiones en el país. Los melómanos caraqueños lo recuerdan especialmente por su participación en el Suena Caracas de 2012 junto a su orquesta de entonces, La Perfecta II, frente a una plaza Diego Ibarra abarrotada de seguidores que danzaron y corearon sus clásicos, banda sonora de una caraqueñidad macerada en las notas ásperas de «Muñeca», «Café»,