Los abogados de Rafael Caro Quintero denunciaron que su cliente, recluido en la cárcel de Brooklyn, Nueva York, sufre aislamiento extremo e incomunicación, al paso de que “mitos” influyen en las restricciones impuestas por las autoridades.

Los defensores detallan que Caro Quintero pasa hasta 23 horas al día en una celda sin ventanas; los fines de semana permanece aislado 24 horas, sin ejercicio, ropa adecuada ni contacto familiar, salvo llamadas breves y monitoreadas desde su llegada en febrero de 2025.

Condiciones de detención descritas por su defensa

Según la defensa, sus comidas son pasadas por una rendija, la luz permanece encendida permanentemente y no recibe suficientes mantas o ropas abrigadoras. Las llamadas familiares, limitadas y supervisadas, son la única vía de comunicación

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