Despertarse en mitad de la noche continuamente , por al menos una semana, ameritaría un diagnóstico de insomnio y una receta de pastillas para dormir . Sin embargo, generaciones atrás, eso no conllevaba ningún motivo de alarma y mucho menos, intervención médica.
Y es que con la llegada de la revolución industrial, los patrones de sueño del ser humano cambiaron completamente , siendo más dictados por el reloj y la luz eléctrica que por la salida y puesta del Sol . Y es que durante etapas históricas como la Edad Media, es posible que la gente se acostara antes y, en lugar de unas rápidas y continuas ocho horas, y así disfrutara de un período de descanso más largo, que incluía dos sueños más cortos interrumpidos por un período de vigilia.
Aunque no todos concuerdan, según Nation