El pasado martes 12 de agosto comenzaron los primeros vencimientos para que los contribuyentes presenten su declaración de renta ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) y puede ser que más de uno se lleve una sorpresa al tener que pagar un saldo mayor del que creía.

Aunque declarar ingresos ante la entidad no siempre significa pagar, la última reforma tributaria realizó una serie de cambios que por segundo año podrían afectar, sobre todo, a las personas de más altos ingresos.

La norma redujo los límites que los contribuyentes se pueden aplicar en las rentas exentas y deducciones, lo que eleva la base sujeta a tributación y, por ende, el impuesto de renta en los salarios más altos que antes se podían quitar un valor mayor.

Antes de la reforma, un trabajador podía tener

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