La culpa la tiene Thomas Alva Edison. En agosto de 1887, el científico inventó el fonógrafo, el primer aparato capaz de grabar y reproducir sonido en la historia.

Con ello, se materializaba quizás uno de los anhelos más profundos de la humanidad: poder capturar una creación vocal o musical para no sólo replicarla las veces que uno quisiera, sino que, a la vez, eternizarla. La música, esa expresión que ya contaba cientos de años, por fin podía ser registrada y compartida.

El fonógrafo revolucionó al planeta y años más tarde daría origen a los discos de vinilo, permitiendo la expansión no sólo de una industria completa, sino que también de una nueva forma de concebir la música.

Por eso, en 2002 una serie de disquerías en California se asociaron para celebrar el hito cada 12 de agosto e in

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