El fútbol colombiano a nivel de clubes, del que en algún momento se dijo que estaba a la altura del brasileño o del argentino, ha dado muestras de que eso fue flor de unos pocos días y que, con el paso del tiempo, la diferencia se ha ido ampliando.

Una de las razones de esta enorme distancia es la chequera. En esos dos países se mueven millones de dólares para reforzar los planteles, mientras los nacionales son austeros.

Tan es así que las cuatro instituciones que en algún momento hicieron esfuerzos por robustecer sus planteles con grandes figuras: América, Millonarios, Junior y Nacional, optaron por dejarlos ir y, además, transferir sus prospectos.

A la venta de los nuevos valores se suma que hay equipos que promueven muy pocos elementos de sus fuerzas vivas y optan por el ‘reciclaje’

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