Morelia, Michoacán.- A unas calles de plazas comerciales, avenidas transitadas y la torre financiera de Morelia, hay una entrada que suele pasar inadvertida. Tras ella comienza un área verde que resiste el avance de la ciudad: los filtros viejos. Para muchos es solo un sitio para correr, andar en bicicleta o pasear con las mascotas. Pero basta con detenerse, agacharse y mirar con atención para descubrir un mundo diminuto y fascinante: el de los insectos.
Hormigas que transportan semillas bajo tierra, mariposas de distintos colores y tamaños, insectos camuflados entre la vegetación y mantis religiosas inmóviles, listas para cazar. En un solo metro cuadrado, entre piedras y hojas, pueden encontrarse decenas de especies que conviven en silencio. “Los que solemos ver a simple vista son apenas