San Lorenzo se vistió de gala para disfrutar de la noche más esperadas de sus fiestas patronales. En la madrugada el cielo del municipio se transformó en un lienzo multicolor con el tradicional espectáculo de fuegos artificiales, que congregó a miles de vecinos y visitantes.

Sin embargo, los preparativos arrancaron desde primeras horas en el CEIP San Lorenzo, centro neurálgico donde decenas de vecinos y voluntarios que acumulan hasta veinticinco años de experiencia trabajaron sin descanso para preparar el avituallamiento anual que agradece la labor de los fueguistas, que incluyen de los tradicionales tollos a bocadillos. Y por supuesto un buen plato de garbanzada, con su ingrediente principal «en remojo desde la noche del viernes».

A pesar del cansancio acumulado tras eventos previos,

See Full Page