Que el acceso temprano a un smartphone contribuye al desarrollo de patrones de comportamiento de riesgo no es ningún secreto, y aún así, cada vez los niños tienen su primer teléfono inteligente más pronto. Es por esto que estudios como el publicado recientemente en la revista española Anales de Pediatría, ‘Implicaciones del uso problemático de internet y conductas de riesgo online’, son de vital importancia, arrojando datos sobre el impacto de estos dispositivos en la juventud. La conclusión no es sorprendente: retrasar un par de años, de los 11 a los 13 , el acceso a los móviles reduce considerablemente el riesgo de caer en prácticas como la ‘sextorsión’, el ‘sexting’ o quedar en persona con desconocidos.
El estudio, en el que participaron investigadores de la Universidade de Sant