En una economía donde más de tres cuartas partes de los ingresos en divisas provienen del petróleo, la caída del precio del barril ha intensificado su fragilidad estructural. Durante el primer semestre de este año, el crudo Merey, el principal producto de las exportaciones venezolanas, registró un descenso del 15% respecto al mismo período de 2024. El resultado es evidente: restricción en la oferta de dólares, depreciación de la moneda y aceleración de la inflación.

Por Víctor Salmerón | El Observador

Si bien el precio del petróleo es volátil y proclive a giros drásticos, por ahora no parece claro que el barril vaya a repuntar significativamente en lo que resta de 2025. Las preocupaciones sobre el impacto del aumento de aranceles en el crecimiento de la economía global empañan las expect

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