Imponiéndose a los 300 millones en fichajes del Liverpool, que jugó con sus cuatro nuevas caras en Wembley, el Crystal Palace, un club que solo ha gastado dos millones este verano, ganó este domingo la Community Shield (Supercopa de Inglaterra) en la tanda de penaltis (2-2/3-2).
Los de Oliver Glasner, que suman el segundo título de su historia en apenas unos meses, sellaron la Community Shield en una tensa tanda de penaltis en la que Dean Henderson fue fundamental y en la que Mohammed Salah, Alexis Mac Allister y Harvey Eliott erraron sus lanzamientos.