Los aficionados que se dieron cita en la peculiar plaza de toros de Alcalá del Júcar, que tuvo tres cuartos de entrada, vivieron una tarde triunfal en el festival celebrado por las fiestas patronales de la localidad. Los novillos de la ganadería de Nazario Ibáñez dieron un juego excelente, lo que permitió el lucimiento de los diestros.
Destacó Rubén Pinar, quien invitó a su compañeros a poner banderillas, al conseguir cortar un rabo al que abría plaza.
Por su parte, Samuel Navalón y Alejandro Peñaranda lograron dos orejas cada uno, no sin antes llevarse algún revolcón sin consecuencias.
Por último, el novillero Rodrigo Villalón paseó un trofeo en el que cerró el festejo.