Para mantener la tradición, Damir Dzumhur le ganó un set a Alcaraz y le hizo dudar. Había pasado en los dos partidos que habían jugado antes, sobre tierra, el último en el reciente Roland Garros, y también sucedió en la segunda ronda del Masters 1.000 de Cincinnati , aunque en esta ocasión más por despiste del español que por el talento del bosnio (6-1, 2-6 y 6-3).

Carlos llevaba un mes sin jugar, desde la final de Wimbledon , que , y su puesta en escena fue inmejorable. Solidísimo, no fallaba una y desesperó a Dzumhur, que miraba a su banquillo con resignación porque no veía manera de sumar puntos. Pero quizá por sentirlo tan fácil, el murciano se relajó y lo que era un encuentro sin fallos se convirtió en una acumulación de ellos. Lo bueno que tuvo es que, pese a alguna conversaci

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