La veterinaria ambulante gana peso a la hora de tratar un animal, porque ofrece precios similares al servicio convencional , y gusta tanto al veterinario, por su flexibilidad, como al dueño y a su mascota, que reciben la asistencia en un entorno de menor estrés al clínico como es el hogar. Barcelona, Valencia y Madrid son las zonas en las que más auge ha cogido este tipo de veterinaria, que ya empieza a tomar fuerza también en Andalucía y en zonas del norte peninsular, según los testimonios recabados por Efeagro.
La veterinaria Marta Ferre se decidió hace unos meses a ofrecer sus servicios de manera ambulante en Valencia y su área periurbana, con el fin de proveer atención sanitaria a las mascotas de propietarios que viven en chalets o zonas alejadas de clínicas. Según cuenta, se deca