Hay momentos en la vida que merecen que se pare el mundo. El nacimiento de un hijo es uno de ellos.

La llegada de un nuevo miembro a la familia, y todas esas primeras veces para conocerse, cuidarse y forjar un vínculo que durará para siempre, debería estar libre de prisas, presiones y relojes. Por eso, cerrar el curso político con la noticia de que España amplía los permisos por nacimiento y cuidado del menor de 16 a 19 semanas es mucho más que un avance legislativo: es una apuesta decidida por proteger, acompañar y estar presentes desde el primer instante.

Dos de las tres nuevas semanas podrán disfrutarse hasta que el hijo cumpla ocho años

El Gobierno de España ha dado un paso fundamental en conciliación, igualdad y corresponsabilidad para las familias que nos sitúa a España a la vangu

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