En Benidoleig, un pequeño municipio alicantino de poco más de 700 habitantes cercano a Denia, situado a sólo una hora de Valencia y de Alicante, entre bancales, curvas y silencio, se esconde un restaurante familiar llamado Mare , que está consiguiendo un hito sorprendente: Atraer hasta el pequeño establecimiento a más del doble de comensales que vecinos censados en la localidad.
El fenómeno no tiene que ver con promociones virales ni campañas publicitarias masivas, sino con el boca a boca, la coherencia de una propuesta y una fidelidad radical al producto del entorno. En una zona que no suele figurar en los mapas gastronómicos del gran público, el restaurante ha superado en 2024 los 1.500 comensales en un municipio que apenas alcanza los 700 habitantes censados.
El responsable de Mare