Un grupo de investigadores alemanes ha conseguido un hito considerable en el campo de la biología marina al que permanecían en estado de latencia en el lecho del mar Báltico. Estos organismos unicelulares habían permanecido inactivos bajo capas de sedimento durante un periodo extraordinariamente prolongado , que supera los siete milenios.
El descubrimiento se llevó a cabo en la zona conocida como la Fosa de Gotland Oriental, donde las condiciones submarinas son de una anoxia casi total, es decir, con una ausencia virtual de oxígeno, especialmente a grandes profundidades. Esta particularidad ambiental, junto con la protección que ofrecen las capas de sedimento, impidió la descomposición de las algas y las resguardó de la luz solar. Las muestras fueron extraídas a una profundidad de unos